MUÑECOS VIVIENTES
¿Qué factores entran en juego cuando las personas buscan ser tan impecables hasta el punto de parecer... inanimadas? M·A·C le pone un rostro humano a estos muñecos vivientes.
Filtros de Instagram. Publicidades con brillos. Portadas retocadas. Sabemos lo que expresan estas imágenes inmaculadas, aun así cuesta no imaginarse cómo mejorarían nuestras vidas si pudiéramos vivir utilizando Photoshop. Entonces, ¿qué pasa cuando lo intentas? ¿Cómo se ven esos estándares impecables fuera de línea y fuera de las páginas? ¿Cuánto hay que sacrificar para alcanzar lo inalcanzable? Y, ¿qué factores entran en juego cuando las personas buscan ser tan impecables hasta el punto de parecer... inanimadas? Conoce a Valeria Lukyanova y Justin Jedlica, dos personajes de la cultura pop que parecen figuritas. Su misión: la perfección física (o, al menos, lo que ellos interpretan que es). Ya sea que ellos mismos vean sus modificaciones como un proyecto artístico estético en progreso, o un proceso de proyectar lo que tienen en el interior por fuera, los entrevistamos para poner un rostro humano a estos muñecos vivientes.
VALERIA LUKYANOVA
La modelo, animadora y DJ ucraniana ha estremecido al mundo entero con su apariencia casi irreal.
“Cuando era pequeña jugaba a las muñecas, como cualquier niña en el mundo. Tenía una colección inmensa. Les hacía ropa y, junto con mis amigas, las usábamos para armar historias en el patio. Cualquier niña pequeña se siente identificada con sus personajes y juguetes favoritos, y juegan como si fueran ellos en el futuro. Hoy sigo teniendo a mi primera muñeca sobre la repisa de mi habitación”.
“He trabajado mi cuerpo toda la vida. Hay que mantener una nutrición adecuada, un estilo de vida activo y cuidarse la piel. Pero no rechazo la cirugía plástica. Creo que si a una persona no le agrada algo, lo puede cambiar, ¡debe cambiarlo! Cuando era más joven, estaba acomplejada con mis pechos, sentía que no se habían desarrollado lo suficiente en comparación con mis muslos. Decidí armonizar mi figura haciéndome un aumento de pecho a los 21 años. Después de eso, ¡lamenté no habérmelo hecho antes! Por algún motivo, algunas personas dicen que tengo una apariencia de "muñeca", por mi rostro y mis proporciones simétricas. Todavía me sorprende y me impacta cuando las personas me dicen "muñeca", porque quizás piensen que no me veo real. Sin embargo, para las personas como yo, nada es imposible”.
“Por algún motivo, algunas personas dicen que tenga
una apariencia de ‘muñeca’ por mi rostro
y mis proporciones simétricas…
quizás piensen que no me veo real.”
“Pero todavía no estoy satisfecha. Sigo trabajando mucho mi cuerpo, llevo una dieta vegetariana cruda muy estricta, evito los carbohidratos simples y no como nada después de las 6 p. m. También salgo a trotar y hago entrenamiento de fuerza en el gimnasio. Como quiero tener un cuerpo atlético y quiero conservar al mismo tiempo una cintura pequeña, mi entrenador me aconsejó comprar un corsé de entrenamiento especial para la cintura que evita que la zona del estómago se ensanche cuando hago ejercicio. Me gusta el físico de las guerreras amazonas: pechos grandes, abdominales marcados y una figura fuerte que sigue luciendo femenina”.
“Pero si bien me gusta esta apariencia de cuerpo fuerte, también me gusta cómo luce el rostro inocente de una niña, dulce y angelical. Por dentro, siempre me sentí como una niña pequeña, por lo que tengo mucha suerte de que la naturaleza me haya dado un look tan parecido. Incluso cuando no me pongo maquillaje, la gente cree que tengo menos de 16 años. No busco parecerme exactamente a una muñeca”.
“Pero si pudiera elegir cualquier cuerpo del mundo, preferiría vivir sin ninguno. Preferiría ser una masa de energía libre, sin formas ni límites. Ahora mi espíritu está alojado en mi forma física, por eso creo que todos deberían tratar a sus cuerpos con delicadeza, sensibilidad y respeto. Si bien busco lucir cada vez mejor por fuera, todo viene desde el interior. Si tu alma es hermosa, tu cuerpo siempre será hermoso”.
“También quiero desterrar esa idea de que si una persona cuida su mundo interior, puede comportarse de forma negligente con su apariencia. Eso no está bien. El espíritu y el cuerpo son manifestaciones por igual de quienes somos, y debemos cuidar a ambos en todo sentido”.
JUSTIN JEDLICA
A la fecha, Justin ha transformado su rostro y cuerpo sometiéndose a más de 200 cirugías estéticas. Este autodeclarado artista actualmente ofrece servicios de asesoramiento para mejoras con cirugía estética y hace presentaciones en distintas convenciones de cirugía estética en todo el mundo.
“Al crecer en un hogar de bajos recursos, no había mucho dinero extra para cosas que no beneficiaran a la familia de seis integrantes. Desde niño me encantaba el arte, en especial los dibujos, la pintura y la escultura de la forma humana. También me apasionaba la arquitectura, por eso es interesante cómo estos gustos se combinaron en mi carrera actual como diseñador de cuerpos de otras personas”.
“Creo que la cirugía plástica me fascina por diferentes motivos. A los 12 o 13 años, estaba enamorado de las celebridades, en especial de Michael Jackson, Dolly Parton y Joan Rivers. Todos se habían realizado varias cirugías plásticas y se veían tan peculiares, no había forma de que los confundieras con otras personas, ¡y eso me encantaba! También estaba locamente enamorado de los programas como Lifestyles of the Rich and Famous, donde la gente con dinero portaba sus cirugías como un símbolo de estatus, como si fuera un traje de Chanel, un collar de Harry Winston o un bolso de Louis Vuitton. Lo que noté que las celebridades tenían en común en la década de los 80 y 90 era la cirugía plástica”.
“A medida que crecía, me di cuenta de que podía usar la modificación de mi cuerpo como una forma de rebelarme contra mi crianza conservadora y afianzarme como un no conformista. Podía apoderarme de mi realidad y de mi cuerpo, controlar quién era y cómo me veía el mundo”.
“Hasta ahora, me he realizado 260 cirugías estéticas y 23 procedimientos quirúrgicos, que incluyen implantes en la parte superior de la espalda, implantes de pectorales, implantes de bíceps y tríceps, inyecciones en las nalgas, contorneado de dientes y aumento de labios, pómulos y barbilla. He gastado unos $272,000, pero no hago ejercicios desde 2008. Para serte sincero, ¡solo pisé un gimnasio cuando firmé un corto de televisión que se burlaba del estilo de vida que me permitió evitar todos esos aparatos! No hago dietas ni ejercicio”.
“Hasta ahora, me he realizado 260 cirugías
estéticas y 23 procedimientos quirúrgicos…
He gastado unos $272,000, pero no hago
ejercicio desde 2008.”
“Aunque solía pensar que un muñeco masculino era el epítome social de la estética masculina óptima, nunca pensé que sería o que podría ser así, y mi reacción inicial ante la gente que me llamaba 'muñeco' fue la de sentirme más tonto. Creía que me hacía sonar narcisista y superficial, además de ignorar mi creatividad, mi intelecto y mi trabajo duro, especialmente en la industria de la estética. Siempre preferí que la gente me dijera que soy 'diferente', 'andrógino', 'bonito' o 'multiétnico', pero aprendí a amar que se me asocie con un muñeco. A pesar de todos los momentos duros y las críticas que esa etiqueta me trajo, siento que mi vida nunca tuvo más potencial”.